En plena era de la transformación digital, cuando nos estamos acostumbrando al teletrabajo, aparecen otros conceptos como “flexiworking” o el “smartworking”, una tendencia laboral en la que cualquier lugar y no solo el domicilio del empleado, sino también puede ser un hotel, una cafetería, una terraza en la playa… puede convertirse en una oficina.
En España, pese a que según los últimos estudios el 89% de los españoles dicen que podrían realizar su trabajo desde su hogar, los datos del INE nos dicen que solo el 27% de las empresas permiten a sus empleados el trabajo a distancia. Estos datos nos muestran que todavía no estamos del todo preparados para la aplicación de medidas de flexibilidad laboral.
La implantación de esta fórmula de trabajo supone un reto, tanto para las empresas como para los empleados, la clave del éxito de esta medida a mi entender está en la confianza, por una parte, el empleado tiene que tener definidos y claros sus objetivos, basados en resultados y no en horas de trabajo, por otra parte debe haber una comunicación directa, asertiva y constante entre el responsable y el empleado además de disponer de la tecnología y herramientas necesarias para poder llevar a cabo su trabajo y por último, la empresa y el responsable tienen que tener una relación de confianza con su equipo, si no confía en las personas y tiene que estar “mirando” como trabajan, entonces, no está todavía preparado para este sistema.
¿Por qué esto no funciona en España? Por mi experiencia se trata de la estructura organizativa de la empresa española, tenemos que tener en cuenta que según datos del Ministerio de Trabajo, en 2018 el 53,9% son autónomos, el 39,9% son microempresas de 1 a 9 empleados, el 5,2% son empresas de 10 a 49 empleados, solamente 0,8% son medianas empresas de 50 a 249 empleados y las grandes empresas son mas de 250 empleados representan solamente el 0,2% del tejido empresarial. Estas medidas de flexibilidad requieren de una mentalidad abierta con una cultura de organización basada en la gestión y retención del talento, basada en la responsabilidad y la productividad e innovación en la gestión y alejada de la actitud presencialista, de hecho, en España, grandes empresas como Repsol, Iberdrola, Wolters Kluwer España, Indra, ONCE, Bankinter, Atento o Telefónica si están ofreciendo teletrabajo a sus empleados, si bien es cierto que estas empresas tienen un elevado número de empleados, sigo pensando que no se trata del tamaño sino de la cultura de la organización, de la tecnología de la que se dispone y de las políticas de gestión de personas.
Tu que piensas, ¿crees que en tu empresa se podría implantar el teletrabajo con éxito?
Lucía Barrachina. (Experta en Gestión de Equipos y Talento)