El término ilusión se refiere a la percepción o interpretación equivocada de un estímulo externo, por ejemplo, ver una sombra y confundirla con una persona o con alguna otra cosa. También es cuando tenemos esperanza en que algo que nos parece especialmente atractivo se cumpla, con lo que este concepto puede coincidir con el primero en que en ocasiones esta esperanza está más motivada y animada por el interés en que se haga realidad nuestro deseo, que por las posibilidades reales que existen. Alguien muy pesimista nos diría que la palabra ilusión viene de iluso, aquel que cree en algo y que tiende a hacerse ilusiones con facilidad.
A veces las personas van perdiendo la ilusión en su actividad profesional, dejan de estar motivados en su trabajo, ya no se sienten inspirados y los cambios que han venido produciéndose les están dejando agotados. Últimamente, he estado trabajando esta situación con alguno de mis clientes ya que se sienten desilusionados ante la presión por conseguir unos objetivos, con una situación económica poco favorable para obtener resultados, y con falta de recursos personales y económicos.
Cuando un miembro de un equipo pasa por una sensación de pesimismo o falta de ilusión, ésta puede propagarse rápidamente por una organización y, además, si este miembro es el líder del equipo, el contagio y la propagación al resto del grupo puede ser inmediata y nociva.
Tenemos que ser muy cuidadosos con nuestro lenguaje y con la comunicación interna de nuestras emociones, ya que las podemos contagiar rápidamente. Os recomiendo que veáis este video de Elena Punset sobre el contagio de las emociones (https://www.youtube.com/watch?v=zRS_eZLCDsw) dónde nos explica que transmitimos emociones positivas y negativas a nuestro entorno, que lo hacemos de forma inconsciente y que, a través de la Inteligencia Emocional, podemos aprender a tomar consciencia de nuestras emociones y de cómo éstas afectan a nuestro entorno.
La automotivación es la competencia que puede ayudarnos a que nuestra actitud y nuestra vibración sea positiva. Cómo bien podemos comprobar en nuestro curso GEAR, en las empresas los líderes eficaces saben que son los responsables de impulsar y transmitir la ilusión y las emociones positivas a su equipo. Únicamente ellos son capaces de ilusionar para después encaminar a su grupo en las tareas que les llevarán al éxito, gestionando de forma correcta la comunicación, las expectativas y la transmisión de información para que el equipo sepa qué se espera de ellos.